Pues mira tu, que han tenido que contestar.
Es muy loable querer contentar a todo el mundo pero es imposible.
Parece obvio que de una vez por todas la gente empieza a entender como funciona esto, no solo podemos protestar sino que "debemos" protestar. No es posible que nadie, en pleno siglo XXI se crea que pueda quitarnos o tener la gracia de mantenernos nuestras libertades fundamentales, pues no cuela oiga.
Señor presidente, señores ministros, señorías. Estamos aquí reunidos para decirles única y exclusivamente que no es posible cercenar las libertades por las que nuestros abuelos, nuestros padres y nosotros mismos hemos luchado, en mayor o menor medida, durante tan duros y largos años, libertades que hemos buscado para todos y que, al final, se consiguieron en buena medida, ya sabemos que podemos y por una vez se ha ejercido el derecho a luchar nuevamente por defender lo conseguido. De ninguna manera vamos a permitir que nos los quiten disfrazándolo de nada, no es posible que unos pocos defiendan sus derechos haciéndolos exclusivos y de su propiedad, no señor, y ha quedado claro.
Señora ministra, ya conoce nuestra opinión, y no podemos ceder a la censura ya que uno de los grandes logros de las democracias es que existe un poder como el judicial que se encarga de velar por todos de forma "mas o menos" independiente y se supone que no puede ser parte en el conflicto, se supone que existen unas garantías jurídicas y un derecho a la defensa, así como una presunción de inocencia. Cuando esto deje de ser así avíseme, no sabe la ilusión que me hace ser juez y parte.
Su jefe, ahora, nos cuenta una película distinta (¿tendremos que descargarnosla para poder verla repetida y tratar, así, de entenderla), dice que no se cerrarán webs y que prevalecerá el derecho a la libertad de expresión, ¡¡Coño, y pa eso tanta historia!!.
Señora ministra, como es obvio que nosotros no la hemos entendido, o fue usted quien no entendió a su jefe, pídale usted que se aclare y luego nos lo cuente por escrito y en lenguaje que la gente del pueblo podamos entender pues, hasta entonces, debemos suponer que lo primero no fue un error y las palabras del señor Zapatero solo intentan ganar tiempo. Y no nos fiamos de nadie.
No queremos impunidad ni descargas libres de ficheros protegidos, no, lo que queremos es que no sea usted sino un juez quien diga lo que es ilegal.
En resumen, arreglen ustedes su errores, pónganse de acuerdo y dejen de legislar en contra de su pueblo.
Vivi.
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